sábado, 22 de septiembre de 2012

#Memoria 1: La compañía de un ángel.



Bueno chicos, es la primera ‘’pequeña historia’’ que voy a escribir.
Las historias se clasificaran en ‘’memorias’’.
Los intentaré ir escribiendo día a día.
Esta es la primera memoria al que he titulado La compañía de un ángel.
Me gustaría empezar el blog, con una verdadera historia de… ya lo leeréis.

Bueno chicos, es la primera ‘’pequeña historia’’ que voy a escribir.
Las historias se clasificaran en ‘’memorias’’.
Los intentaré ir escribiendo día a día.
Esta es la primera memoria al que he titulado La compañía de un ángel.
Me gustaría empezar el blog, con una verdadera historia de… ya lo leeréis.

No os entretengo más, dejemos que mi imaginación hable por mí.





La Compañía de un Ángel.














Bueno chicos, es la primera ‘’pequeña historia’’ que voy a escribir.
Las historias se clasificaran en ‘’memorias’’.
Los intentaré ir escribiendo día a día.
Esta es la primera memoria al que he titulado La compañía de un ángel.
Me gustaría empezar el blog, con una verdadera historia de… ya lo leeréis.

No os entretengo más, dejemos que mi imaginación hable por mí.

La Compañía de un Ángel.

En el momento que entre por esa puerta, supe que no me auguraba nada bueno.
Era vieja, descuidada. Le hacía falta unas cuantas ayudas, retoques por aquí, retoques por allá.
Intenté subir al segundo piso, pero la escalera estaba completamente destrozada.
¿Pensabais que hablaba de una señora? Para nada, hablo de mi ‘’nueva’’ casa.
Si, por enésima vez me mudo este año. Y eso que nada mas que ha comenzado, y estamos a mitades de febrero. No quiero saber cuando llegue el verano, dónde estaré.
Espero no moverme mas de otra vez, si no creo que ya me volveré loca. Tanto empaquetar y desempaquetar las cajas de la mudanza, de ordenar y desordenar los complementos de la casa, los utensilios de cocina. Ya no podré mas.
Tendré que desplazarme durante un tiempo, en el que arreglo la casa.
Lo mas fastidioso es que el hostal mas cercano está a una hora en coche.
Esperaré sentada a que un coche, con una persona delicada aparezca, y se tan amable de llevar a esta señorita al hostal.

Por mi suerte apareció un coche con una señora súper dulce, amable y cariñosa. Tendría que tener algún nieto, o simplemente era así por naturaleza.
Al llegar al hostal, para mi suerte estaba cerrado. Lo habían clausurado por tener termitas.
La señora me invito muy amable a quedarme en su casa el tiempo que necesitara, le ofrecí mi dinero por ese favor y ella lo rechazó, me dijo que solo quería compañía.
Me fui a su casa, una pequeña casita en medio del verde prado y a la que placenteramente era rodeada por una zona preciosa de rosas.
La señora me dijo que me sentara en el lumbral y mirara las vistas que ella iba a prepararme el cuarto y una taza de té.

-No hace falta, enserio.
-Estás en los huesos. ¿Te gustan los macarrones?
-Si, pero enserio, ya ha hecho suficiente por mi.
-Cenaremos a las 8:30, ¿de acuerdo?
-Esta bien, gracias.

Preparó la cena.
Mientras ella cocinaba, yo dibujaba el paisaje. Me quede dormida en la silla, estaba destrozada por el viaje. Me puso una manta, me despertó y me llevo al cuarto.

-Gracias.
-No tienes por qué dármelas, duerme te hará bien.

Me dormí en aquella casita hogareña, tapada por las mantas que había tejido la viejita y acurrucada en el brazo de ella mientras me abrazaba, dándome un beso en la frente.

Me sentía como en casa…

[Continuará…]

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